Consta de una amplia nave con testero semihexagonal, cubierta con bóveda de crucería estrellada. La portada es renacentista y se cree que es del equipo que realizó la cruz terminal y el retablo de San Juan. Cuenta además con un coro alto a los pies.
En la capilla de la izquierda, dedicada a la Virgen del Pilar, fue enterrado Isidoro de Antillón.
En el ángulo suroccidental, se levanta, majestuosa, la torre. Consta de tres cuerpos, los dos primeros de planta cuadrada y realizados en mampostería y el último de planta octogonal y realizado en ladrillo. Se remata con un chapitel de teja vidriada.
La Iglesia fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1.982 y Bien de Interés Cultural en el 2.004.